Territorios Íntimos: Redención

  • …Y  te digo más: existen también aquellas camisetas en tu ropero que con sólo verlas recuerdas esas campañas que no quisieras recordar. Pero entonces, sucede que un día usas alguna de aquellas, por ejemplo, para ir a un Alianza 3 – San Martín 2 (año 2017, te amo Godoy), como también te la pusiste justo para esa pichanga de la chamba, donde inexplicablemente fuiste Tressor Moreno cuando en verdad eres un Cristian Zuñiga. Todo esto vistiendo, tal vez sin querer, una de aquellas camisetas “castigadas” por el infortunio. Es entonces donde esa mica pasa a integrar el grupo de las “engreídas”, y ya la ves de forma distinta. ¿Y por qué cambia? Porque entre esa majestuosa y tú nace un vínculo mucho más personal. Es como si le hubieras hecho justicia.
  • Alcanzar la redención.
  • Exactamente.

Siempre me gustó la palabra “redención”, de repente es el toque dramático en su uso, significado y pronunciación: salvación, liberación, rescate, manumisión, emancipación, y sigue la lista.

Usaré como ejemplo la camiseta 2012, el año que no debió existir, pero por eso la uso como ejemplo para ubicar este post en el mapa.

El diseño de la camiseta tenía, cómo puedo decirlo, menos Alianza Lima que la liga de Tayikistán. En la publicidad –enormes paneles- aparecía un jugador corriendo y luciendo una de diseño clásico (debería decir “oficial”) haciendose trizas mientras se iba descubriendo el nuevo modelo por debajo de la blanquiazul hecha jirones. No tuvo presentación, es más, la imagen de un ejemplar  se filtró antes de tiempo en redes sociales debido al descuido de una tienda por departamentos. Todo mal desde el vamos. Así fue el opening del primer episodio de la serie de terror llamada “AlianzaLima 2012”.

Los detalles los conocemos y recordamos, así que los pasaré por alto. Mi intención es apuntar a las sensaciones: rabia, decepción, impotencia, tristeza, frustración. Y aquí no estoy exagerando.

Finalmente vi la camiseta en una tienda, y sentí que me querían ver la cara de cojudo. Lo siento, la camiseta es fea. No es Alianza, pero la compré, no podía faltar en mi ropero.

O bien pude no comprarla, y que al menos en mi colección de entonces no exista el año 2012 a modo de negación.

La pensé bien, y encontré el punto de apoyo para mover ese caótico mundo azul y blanco. Mi mundo.

Vi en esa camiseta el recordatorio no principalmente de lo malo, o en todo caso, al verla y ponermela, recuerdo a quienes la pasaron de verdad jodido, gente que es tan Alianza como tú y yo y no cobraban; una manera de poner el pecho pero silenciosamente, por la sombrita.

Así, en silencio, esa camiseta 2012 encontró su redención: y cada vez que nos encontremos en el ropero ella me mira directo a los ojos y me dice: “que los demás digan lo que chucha quieran, ambos nos la bancamos paraos’ y sin polo. Bueno, tú parao’ y conmigo puesta”.

Y es por eso que le guardo especial cariño y respeto.

Que hayan tenido un gran viernes grone.

¡Arriba Alianza, carajo!

Por: #Metalgrone

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