Voy a luchar para llegar al final del camino, para volar debo ser fuerte en cada situación, tengo mis armas, esa es mi ilusión. Está en juego mi vida, está en juego mi honor. Debo ser el valiente, debo ser un guerrero. Voy a luchar hasta el final por esta causa que me ha dado la vida, es una guerra que tengo que ganar, sé que tú me ayudaras… Él siempre lo dijo, él lo tuvo claro desde el inicio y es que él, él tiene un plan, y si él lo dice, yo le creo, porque a alguien como don Hernán Barcos le creo así me diga que la pelota es triangular.

Es el Street, así, whisky en las rocas, vodka tonic pa’ empezar maestro y traiga las copas llenas que más es la sed que penas tengo, vengo a curar mi cangrena, sírvame alcohol ¿de cuál botella? La que tenga, venga sirva cantinero, DOS por favor, catador del buen veneno, brindemos primero y luego acordamos por qué celebramos…  Decía alguna vez Miguel Calle Cornejo a.k.a. Street, antiguo integrante de la agrupación nacional Rapper School e hincha blanquiazul (para quienes no lo sabían) en un clásico de rap peruano titulado “2 más por favor”, y cual calco de aquella estrofa, al cuadro blanquiazul le bastaría solo dos goles para imponerse a su similar de la Academia Deportiva Cantolao y así alegrarnos la tarde del último sábado, comenzando la sed propia del día y celebrar, momentáneamente, el alejarse en el acumulado a la espera de lo que podía hacer el cuadro edil al día siguiente frente al equipo de Ate.

Si lo puedes soñar, lo puedes hacer, tú lo puedes lograr, solo tienes que creer. Hace falta fallar para verse crecer, si no me va a matar, me va a fortalecer …  Esa es la mentalidad que hoy tienen que tener en la cabeza todos los que formamos parte del mundo Alianza, es necesario creer en este momento que podemos alcanzar el objetivo, que aquellos golpes, subidas y caídas que hemos tenido en este tiempo sirvan para poder aprender que aquí nadie se murió, por el contrario, está fortaleciéndonos para levantar cabeza y seguir pa’ lante.

Al despertar todos los días siento un dolor en mi corazón, porque en la vida cuando hay una alegría, por cada risa, hay diez lágrimas. Cada cual vive su vida esperando sin saber por qué, ¿por qué en la vida cuando hay una alegría, por cada risa, hay diez lágrimas?… Así parece que la vida escribiera el destino del equipo del pueblo, donde el último fin de semana sacó dos resultados positivos en cuanto a lo deportivo, pero con los malditos problemas extra futbolísticos siguiéndolo en todo momento, como diciendo “¡Hey! te veo feliz, ahora te jodes”.

Pa’ que logres enterarte, un mapa tengo que darte, lo mío es punto y aparte. Lo mío es punto y aparte, tírame pa’ lante, calle, pero elegante… y esta vez las elegantes calles victorianas lograron rescatar un punto en las alturas, ante el misterio que embarga la ciudad imperial, un punto en la segunda visita al Cusco del profe Larriera en esta temporada y ante un nuevo caso de lesión, aún con todo, el equipo mostró estar sólido y querer luchar este campeonato hasta el final.