P(AL)abra Dominic(AL): Sobre los canticos en la popvlar…

De un tiempo a esta parte he notado que los cánticos tribuneros se han quedado en la repetición y en la monotonía. Varios de ellos que vienen desde hace muchos años atrás. He escuchado uno o dos nuevos que, si encajan dentro del momento que vivimos, por reflejar el real sentimiento del hincha frente al equipo. Pero, también algunas que, a pesar de tener una buena letra, no encajan y se cantan con desidia y sin pasión. Veamos.

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P(AL)abra Dominic(AL): Firmes rumbo al tri, pero la deuda internacional continúa

Balance del primer semestre

Llegó julio, tras el final de una mala campaña en Copa Libertadores y de haber ganado ya hace algunas semanas el Apertura de forma contundente. El mes de julio, siempre es un buen momento para pisar pelota, tomarse una pausa y realizar un balance de lo que fueron los primeros seis meses de la temporada con relación a los objetivos que el club se propuso a inicios de año. Dar un balance contundente y exacto es difícil ya se dio un marcado contraste entre la performance del equipo a nivel local y a nivel internacional.

El club realizó una importante inversión para armar el mejor plantel posible y así poder lograr los objetivos de la temporada; y los del primer semestre, según lo que indicaron desde el club, eran: Ganar el Apertura y pasar a 8vos de final de Copa Libertadores o como mínimo clasificar a la Copa Sudamericana.

A nivel local, lo del equipo del “Chicho”, fue casi perfecto, con más del 80% de puntos obtenidos en el Apertura, ganando todo en Matute y logrando triunfos importantes fuera de casa, incluido el clásico en el Monumental. Alianza se llevó el Apertura de forma justa y contundente, y los números no mienten, pero, en el hincha, quedó la sensación que el equipo no se consolidó y que se podía jugar mucho mejor, claramente varios confundiendo jugar mejor con jugar bonito, pero en definitiva pedían al DT que el equipo tenga una idea más clara, más constante y que no dependa de sus individualidades, sobre todo en ataque. Era un pedido justo por el potencial que tiene el plantel en comparación a otros de Liga 1. En definitiva, el balance del Apertura fue muy positivo, logrando el objetivo y marcando una diferencia de puntaje importante en la tabla ante Cristal y Universitario.

Por otro lado, a nivel internacional, la historia fue otra y volvimos a sufrir con una campaña dura y con malos resultados. Si bien el club había realizado una inversión importante para armar un plantel de nivel, esta inversión se vio pequeña al lado de los presupuestos que manejan los rivales que nos tocaron en el grupo de Copa Libertadores. El sorteo fue muy cruel, caímos en el Grupo G, con dos monstruos como los brasileños Athletico Paranaense y Atlético Mineiro, y Libertad, el mejor equipo paraguayo con distancia y que suele pasar a 8vos final de Libertadores cada vez que participa. El reto era durísimo y el objetivo realista era pelear con Libertad el cupo a la Sudamericana y ser competitivos en todos los partidos. No lo logramos. Nos ilusionamos y fuimos muy felices tras el triunfo en Asunción, que además cortó la maldita racha de no ganar en Copa, pero luego no pudimos lograr buenos resultados; desde el partido en Paraguay, Alianza no sumó puntos. Ganar solo un partido y solo obtener 1 punto de 9 en casa, refleja una mala campaña que se puede desmenuzar en varios temas que explican el fracaso a nivel internacional, como la falta de experiencia y capacidad que tuvo Chicho en momentos claves, las innumerables lesiones (solo faltó que se lesione el DT), el bajo nivel de figuras de las que cuáles se esperaba mucho como Cueva o Costa, etc. El balance es negativo, porque si bien el grupo fue durísimo y nuestra realidad actual en Copa Libertadores no es buena, se pudo competir mejor y conseguir mejores resultados. Quedan lecciones para no cometer errores el próximo año y así seguir dando pasos adelante para mejorar nuestras participaciones a nivel internacional.

El primer semestre fue un como un examen de dos preguntas, cada una de diez puntos, y que considero que Alianza aprueba con 12 o 13, sobre todo con gran puntaje en la primera pregunta (El Apertura). Las lecciones que deja este primer semestre son valiosas. Apostar por Salas estuvo bien en su momento y debe ser respaldado hasta final de temporada, salvo una racha insostenible de derrotas en el Clausura, pero en sintonía con el objetivo de seguir dando pasos adelante, es clave evaluar a Chicho en el aspecto de dar nivel e idea a su equipo; el objetivo obligatorio es el “tri”, pero si se logra sin consolidar un equipo, funcionamiento e idea, es muy difícil sostener al actual comando técnico una temporada más. Este Clausura será la prueba final para Chicho, en la que debe demostrar que tiene la capacidad de seguir logrando resultados, pero con un equipo con idea identificable, que convenza y que de esperanza con que en el 2024 pueda hacer una mejor Copa.

Por otro lado, a nivel gestión e institución, hay aspectos urgentes como el tema médico. Alianza sumó muchos lesionados en este semestre y entre ellos, futbolistas muy importantes para el equipo como Andrade, Peruzzi y Costa. Es muy grave lo que ocurre en el club con el tema médico, ya que es un secreto a voces la casi nula relación y confianza entre el cuerpo médico y el área deportiva (CT, GD y plantel), y esto es grave, sumado a la falta de información por parte del club sobre las situaciones de los futbolistas. ¿Qué tienen realmente Andrade y Peruzzi? ¿Alguien realmente lo sabe?. Es irresponsable y poco serio por parte del club, el manejo de las lesiones, y de nada sirve armar un gran plantel o planificar en lo deportivo, si existen falencias en esas áreas. Alianza necesita avanzar y si existen problemas, intereses o divisiones dentro que repercuten en temas tan delicados como este, nos estancaremos, y estamos en un momento en el que no se admiten pasos hacia atrás.

Se terminó el primer semestre, y la sensación en el hincha es de inconformidad y preocupación sobre todo por el final amargo de Copa, y es normal, pero tampoco podemos tirar al tacho lo que se hizo bien, con un Apertura muy bueno que nos acerca al tricampeonato, un objetivo fundamental para el pueblo blanquiazul, ya que, si bien somos los únicos tetracampeones, esto se logró en la era amateur y conseguir un tricampeonato en la era profesional, sería un hito muy importante para la historia de nuestro club.

Podemos tener distintas opiniones sobre el equipo y el DT, y está perfecto criticar lo que se hace mal, pero el comando técnico y el plantel que están hoy, son los que van a buscar el tricampeonato y tenemos que pelear juntos cada partido. Recordemos que cuando Alianza está unido, plantel, comando técnico, dirigencia e hinchada, es muy difícil que nos bajen (así quieran), así que toca remar juntos este camino que queda en la temporada. A obsesionarnos por el tricampeonato, lograrlo, celebrarlo y luego evaluar para determinar qué cambios hacer para ir por un 2024 que también debe ser histórico.

A seguir creciendo todos juntos, el club de la mano del hincha y poniendo los colores y a nuestro escudo por delante de todo; no lo olvidemos, nada ni nadie por encima de Alianza. Si tenemos claro eso, seguiremos enfocados y por el camino correcto. Quedan los últimos meses del año, serán duros, pero todavía es muy julio, vamos paso a paso.

Arriba Alianza

Por: Edu Sobrino (@SobrinoV_Edu)

P(AL)abra Dominc(AL): AL Cielo

– ¡Se cayó el avión papá!

Se cayó con Caico y Escobar adentro, lo acaba de decir Pocho en la radio.
– Hay que esperar cholo, todavía es muy temprano, ahora más tarde vamos a saber que pasó de verdad.
– No pa, dicen en la radio que se murieron todos, que…
– Silencio, no se habla más de esto hasta que salgas del colegio.

A finales de los ochentas era imposible no quedarse callado ante esa orden. Llegué al colegio masticando mi bronca y al primero que me crucé fue a Sergio Kostenetsky (quien desde hace unos años acompaña en el cielo a Pacho Bustamente y compañia). Le pregunté si sabía algo, el era recontra Aliancista y su familia también, estaba confundido igual que yo, desconcertado, con miedo. No tengo casi memoria de las clases ese día y la señora del kiosko no quiso poner Ovación en el recreo.
Llegó mi viejo y en su abrazo supe que la noticia era confirmada, habíamos perdido un equipo, nuestro equipo, Alianza Corazón ¿Cómo estaría mi tío Chalo?

Pasaron unos días y fuimos al estadio, la tristeza la siento hasta hoy mientras escribo esto, fue conmovedor lo de la gente gritando ¡Presente! después de cada nombre. Tengo guardadas la entrada y el papelito con los nombres, ese que repartieron para gritar a nuestros muertos.

Jugaron Cubillas, Velasquez y Cueto, estaban mi tío Jaime y Franco, Cucurucho (Q.E.P.D.) y los hermanos La Rosa.

Esa noche entendí la muerte, descubrí que nunca más vería a Caico, que ya no me pararía de mi asiento para ver a Pechito salir jugando, que Escobar y Tomasini no nos llevarían nunca a un mundial y también escuché atento a Chalo decirme “muere el que es olvidado, ellos nunca lo serán”.

Se jugó frente a Independiente de Avellaneda con Bochini y Marangoni pero el partido fue una anécdota. No me acuerdo el resultado, me costó mucho volver a Matute, me frustré y me alejé.

Se armó un “nuevo” equipo, el regreso de Cubillas, Cueto y varios más, los hermanos del Colo Colo nos prestaron 4 jugadores, no era lo mismo.

Al tiempo volví, ya en secundaria aparecerían los nuevos potrillos, Jayo, Kanko, Marco Valencia, Muchotrigo y otros, regresé al estadio, entendí que los íntimos de la Victoria son inmortales y grite siempre ¡Arriba Alianza!

Pasaron casi 40 años y hasta ahora se habla de ese gran equipo, muchos incluso creen que la sequía de triunfos Peruanos se debe a esa generación perdida.De la victoria a la gloria, ese 8 de diciembre no perdió Alianza, perdió el Perú. 

Por: Ernesto Carpio-Tirado «Mago Plomo» (@plomomagic)

P(AL)abra Dominic(AL): No puede ser blanquiazul…

Soy hincha de Alianza Lima, que lindo ser hincha de Alianza Lima. Pero ¿qué significa ser hincha? ¿Qué hay detrás de esa expresión? ¿Hay un manual, legislación o decreto que pueda acreditarme como hincha? Por suerte, eso no existe, lo lindo de esto es la libertad con la que uno ejerce su hinchaje.

Día del partido, algunos entran muy temprano con rosario en mano, otros llegan al barrio a compartir historias, algunas cervezas y comida en lo que se acerca el partido, hay quienes llegan de un compromiso con las justas, directo a ver el partido. No importa qué ritual manejes, auténticamente todos somos hinchas de Alianza con las cosas buenas y malas, con los resultados positivos y negativos. Somos y seremos siempre hinchas de Alianza Lima.

Yo lo siento como un vínculo familiar, Alianza Lima es mi otra mamá, mi otro papá, mi otro hermano, mi otro amigo. Ese vínculo que no se rompe en circunstancias difíciles, sino que es ahí donde se refuerza. Por eso, me extraña y apena mucho escuchar o leer como muchos de los hinchas hoy critican letras como “…aquel que no haya llorado, aquel que no haya sufrido…”, pero ¿que acaso en casa nunca se enfermó mamá? ¿jamás papá perdió la chamba que tenía? En esas circunstancias, papá siguió siendo papá; y mamás siguió siendo mamá.

Eso representa Alianza Lima y letras como la que menciono solo nos recuerdan que esto es fútbol, hoy ganas, mañana puedes perder o empatar, les pasa a todos los clubes. Esto no significa que debamos soportar la mediocridad, significa que, aunque el fracaso es una situación indeseable, es parte del camino al éxito. Orgullosos de ser aliancistas hemos llorado de alegría luego del título de 2001 en una definición de infarto, gritamos de rabia luego de perder partidos “ya ganados”. Sufrimos el gol de Estudiantes de la Plata a los pocos segundos en 2010, para luego cantar con júbilo una memorable remontada en ese mismo partido.

Esto es Alianza, orgullo, pasión, hoy estamos arriba, mañana podemos requintar con los resultados, pero siempre estamos y estamos para amar a nuestro club, por encima de los gustos, la situación económica y tantas circunstancias que se pueden presentar.

Por eso también me sorprende como hoy se ha normalizado y masificado la reventa de entradas por parte de los hinchas. Tal vez soy muy purista, pero tengo la idea de que, si te sobra una entrada, como hincha, uno la entrega al precio que la compró, sin buscar nada más. La reventa existió siempre y no va a desaparecer, pero me sienta muy mal ver como hinchas que pronuncian “Alianza por encima de todo”, están vendiendo entradas que “les sobraron” por el doble de lo que pagaron. Perdón al que le caiga ese guante, pero eso para mi no es un hincha de Alianza.

Hay otras formas de generarse ingresos cuando a uno le falta. Cómo podría llevarme un pan a la boca a costa del nombre del club, porque no es solo la reventa, son los pirateros, los que usan el escudo y referencias del club para “hacer su Agosto”, muy ingeniosos que no faltan a la ley, pero le faltan a su club. Alianza Lima es su familia, ¿qué hacen sacándole plata? ¿No es suficiente ya la alegría que nos genera ver a los 11 ingresando al campo defendiendo ese lindo escudo?

Esto no es para juzgar a nadie, es para que lo pensemos todos, todos nos equivocamos y la vida sigue para enmendarlo. Pero si solo miramos a un lado como que no pasa nada; eso no puede ser, blanquiazul.