Después de un retraso inesperado, la Liga Nacional Superior de Voleibol inició de la mejor manera para los blanquiazules. Alianza Lima debutó ante Túpac Amaru con un nuevo entrenador, el brasileño Rafael Petry. El equipo intimo nuevamente comienza la competencia con el mismo objetivo, poder finalmente coronarse campeón.

A las 5 de la tarde del martes 17 de enero iniciaría esta nueva travesía, en la que todos los hinchas blanquiazules nos sumamos. Los primeros puntos del primer set serían muy pegados, Tupac intentaría acercarse cada vez que pueda en el marcador. Sin embargo, el contundente ataque por parte de las íntimas haría que despeguen en el marcador. Las nuevas variantes como Maricarmen Guerrero, que por cierto tuvo su debut cumpleañero, e Irina Klimanova estarían a la altura, aportando mucho más al equipo. A propósito de Klimanova, la rusa fue una de las más destacadas en el bloque junto a la armadora Marina Scherer. Esa dupla se las trae. Así acabaría el primer set 25-17.

De cara a la segunda parte del encuentro, las intimas saldrían con mayor confianza imponiéndose ante el rival. Ysabella Sánchez y Brenda Lobatón no pasarían desapercibidas y nos deleitarían con sus jugadas. La gran ventaja en el marcador permitió que el profesor Petry pudiera mover la banca y darle oportunidad a las jugadores más jóvenes. La hinchada blanquiazul también se hizo presente desde el primer momento y para felicidad de todos el segundo set acabaría con el marcador de 25-06.

Ya para finalizar, el cuadro victoriano no permitiría que Túpac prolongue el encuentro y lo cerraría en 25-19. Sin duda, el set más difícil para las íntimas pero supieron sobreponerse al contrincante y aprovechando sus mayores fortalezas como lo son el ataque y bloqueo. Con mucha entrega y corazón, las blanquiazules iniciaron esta ansiada meta con el pie derecho, sobre todo por la motivación que se tiene al estar estos dos últimos años muy cerca de conseguirlo.

Ahora, solo nos queda a nosotros como hinchas apoyar incondicionalmente al equipo en las buenas y malas, esperando al final de la temporada para poder gritar ¡Alianza campeón!

Por: Ximena Landa