P(AL)abra Dominic(AL): Mi historia blanquiazul

6 años tenía cuando mi papá decidió que era el momento de llevarme al estadio a ver al equipo. Era una tarde soleada del 2004 y Alianza se enfrentaba a Sporting Cristal, en el estadio Alejandro Villanueva. Aún recuerdo la ilusión con la cual me desperté para ponerme la camiseta. No se pudo haber escogido un mejor partido que ese para llevarme, pues el resultado fue favorable y pude disfrutar del comando sur. Ganamos 1-0 con un golazo de Walter Vílchez. Ese año fue buenísimo para la blanquiazul, ya que se pudo lograr el bicampeonato.

En el 2011 dejé de ir al estadio, tras el terrible clásico que terminó con la vida de un hincha. Ese día también me cayó un botellazo de agua, por lo cual mi papá decidió que no era un ambiente familiar y mi apoyo se volvió virtual por una época. Hasta el 2016, veía los partidos por televisión y me dedicaba a lanzar tweets de apoyo o critica a los jugadores. Pasaron cinco años para que vuelva a ir al estadio. En el 2016, le pedí a mi papá volver frente a Unión Comercio. El resultado fue negativo para nosotros, el equipo jugó de manera apática y no pudo contra un Comercio que tenía de estrella a Diego Mayora. Eso no fue impedimento para querer volver, y desde ese día, voy más seguido al estadio.

En la temporada 2017, muchos empezamos a ir más seguido, gracias a la buena gestión del equipo de Marketing de ese año, que empezó con las activaciones e ideas de mercadotecnia novedosas. Ese año hicieron que ir a la cancha sea una experiencia aun más agradable de lo que ya era. Durante el 2017, los triunfos del equipo acompañaron a toda esta nueva gestión y los hinchas también respondieron. Todos tenían en mente romper la racha de 10 temporadas sin gritar campeón. Felizmente se pudo y creo que ese fue el inicio de una buena época para el club. En las siguientes dos temporadas, se pudo pelear el campeonato y estuvimos cerca de lograrlo en el 2019. Sobre el año 2020, prefiero no decir nada, solo que espero no volvamos a tener un plantel tan podrido.

En el 2021, llegaron jugadores que le lavaron el rostro a Alianza. Tuvimos a un pirata que vino a enseñarnos sobre la humildad, perseverancia y compañerismo. Ese plantel se dio a integro por la institución sin importar que los partidos se jugaban sin hinchada hasta las finales. Tuve la suerte de estar en ambas que fueron con aforo reducido. No es por vender humo, pero desde el principio del año tenía el presentimiento que ese torneo era nuestro, solo tuve que esperar al palo de Hohberg para poder confirmarlo. Al ver que esa no entró, asumí que era la suerte de campeón y que había que esperar un poquito más para celebrar.

Luego llegó el campeonato 2022. Este ha sido la temporada donde a más partidos fui en un solo año. Dejaba de ir a la playa o a eventos importantes para seguir al equipo, hasta fui con muletas a los partidos definitorios del campeonato Clausura. Levantamos la copa para convertirnos en bicampeones frente a un embalado Melgar, después de que el equipo hizo un sprint final impresionante liderados por el profesor Chicho Salas. No hubo mejor entrenador que él para levantarnos y llevarnos al presente que tenemos hoy en día.

Nuestra actualidad con Salas es excelente. Estamos viviendo una época favorable para la institución. Hemos arrancado el año como punteros y compitiendo en la Copa Libertadores, luego de 13 largos años. Sin duda, haber roto la racha de esa competencia ha hecho que deposite mi total confianza con el equipo y sobre todo con el entrenador. No me queda ninguna duda que este año se pintará de azul y blanco.

Por: Lucero Cardoza (@lucerocrdz)

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