8 de enero del 2023 en el Estadio Alejandro Villanueva. La presentación del bicampeón en la Tarde Blanquiazul donde el sol de Lima se hacía sentir en todas las tribunas de Matute y eran testigos de un espectáculo donde, como es de costumbre, la música, la alegría y el carnaval estaban más que presentes.

Mucho por destacar de esa tarde, como el recibimiento del Kaiser Zambrano al equipo más grande, la ovación –más que merecida- al Chicho Salas y los cánticos hacia el capitán que nunca abandonó: Josepmir Ballón. Mención aparte merece el recibimiento de Hernán Barcos quien con sus palabras emocionó a más de uno en las tribunas – por no decir que nos puso la piel de gallina- diciendo:

“Este grupo quiere el tricampeonato. Este grupo quiere pelear la Libertadores, no nos conformamos solo con ganar un partido, queremos pelear la Libertadores y competir.”

Y seguramente que sí, pirata, porque después de muchos años las sensaciones al pensar en la Copa Libertadores son distintas a las anteriores. Como esa intuición que embarga tu cuerpo cuando tienes la certeza de que las cosas saldrán bien. ¿Y cómo no saldrían bien esta vez? Si hoy nos sobran razones para ilusionarnos y no tenerle miedo a esa bendita copa.

Como blanquiazules, tenemos la suerte de haber disfrutado de grandes referentes del fútbol peruano formados en nuestras canteras, a quienes no les pesó la camiseta para lograr hazañas. En la formación del plantel del 2021 regresamos a estas raices con jugadores dispuestos a pelear en la liga que sea. Desde ahí, permanecieron y llegaron piezas fundamentales que ahora nos permiten creer que esta vez será distinto. Tenemos un grupo competitivo, comprometido y –sobre todo- humano que rescata los valores de nuestra institución permitiéndole regresar a lo más alto.

Y como todo equipo dispuesto a romper rachas, necesita de líderes excepcionales para llegar a la gloria. Pablo Míguez, Josepmir Ballón e –indiscutiblemente- Hernán Bárcos son los nombres de las figuras que le regresan la confianza al hincha blanquiazul, imponen jerarquía a los rivales, trasladan sus experiencias a los talentos más jovenes y lideran al plantel que nos devolvió la ilusión, convirtiéndonos en bicampeones.

Además, a esta familia llegaron para la presente temporada fichajes importantes, de esos verdaderos refuerzos que suman al equipo. A pesar de los pocos minutos en la cancha, es indiscutible su calidad futbolística, y sobre todo, tienen claro lo que significa vestir la blanquiazul. Es importante destacar lo que significa que jugadores vigentes, indiscutibles convocados en la selección,  lleguen a Matute después de tener un paso significativo en el extranjero, lo cual nos permite creer que ahora están más que listos para pelear la copa.

Por último, uno de los factores más importantes que nos permite ilusionarnos, es la presencia de uno de los hijos de Alianza Lima, un líder formado en la casa: Guillermo Salas. Un caso usual es la llegada de un estratega externo consciente de las malas rachas y quien -como buen profesional- buscará hacer su mejor papel, pero esta hinchada tiene la suerte de tener como director técnico a alguien con sangre blanquiazul. Un jugador referente, que conoce la reserva y cada detalle de nuestra institución. No hay mayor compromiso que sentir los colores y mayor tranquilidad que el respaldo del hincha, quien lo acompañó desde antes de los buenos resultados en el comando técnico.  

Estas razones son las que nos devuelven la ilusión y nos permiten creer que este año será distinto. Si bien es cierto, en el fútbol no existe la lógica y todo análisis previo se reduce a 90 minutos, tambien es cierto que el fútbol – como la vida- nos dan revanchas y nosotros lo sabemos muy bien. Como cuando tocamos fondo aquel 28 de noviembre y, un año después, fuimos inmensamente felices el mismo día, en la misma plaza y con el mismo arbitro, regresando así a donde pertenecemos:  a lo más alto. Bien dicen que el fútbol no siempre entiende de merecimientos, pero nuestra historia, tradición y corazón no merecen menos que el regreso de la victoria a la Copa Libertadores donde, por fin, los colores azul y blanco tendrán su revancha.

.

Por: Karla Galindo (@karlaegt)