Estación 1901: Inicia la era Larriera

Comenzó la era de Mauricio Larriera Dibarboure como nuevo entrenador de Alianza Lima y me quedaré con la duda de las conclusiones que sacó tras el opaco partido del equipo en la última victoria sobre UTC de Cajamarca. Si bien es cierto un interinato, como la de Nixon Perea, no define una forma de juego, preocupó el bajo nivel mostrado por Alianza y los temores generados en el primer tiempo con algunos vacíos en defensa.

Pero, pasado el sábado toca pensar en el camino que inicia Alianza con el entrenador uruguayo a la cabeza y los complicados tres primeros partidos que tendrá que afrontar. Dos visitas a Cusco y recibir en La Victoria al complicado Sport Huancayo. La primera aparición de Larriera en conferencia me dejó una palabra grabada: “Paciencia”. Quizás yo la puedo tener, pero ¿la tendrán aquellos que estaban apurados porque se corte el proceso de Guillermo Salas?

Comentó que la idea es generar un estilo determinado de juego y que, pese a que ganar es lo más importante, el estilo es lo primero – para felicidad de los detractores de Chicho – pero ahí va de la mano el tema de la paciencia pues el estilo no se va a adquirir en tres partidos. No hay un periodo de para para siquiera hacer una mini pretemporada que permita conocer la idea de juego del entrenador.

“Desafío” – Tres partidos en diez días “despertará las mejores virtudes para sobrepasar los contratiempos que se pueda tener”. No es el debut ideal para Larriera por las dos salidas consecutivas a Cusco y en el medio el juego ante Sport Huancayo. Tanto en el espacio como en algunos post aquí, comenté que cuatro salidas a la altura en un solo torneo corto no es lo ideal, es muy complicado y es difícil hacerse la idea que se puede sacar 12 puntos de Cusco x3 y Juliaca. Dejemos en que todo desafío se tiene que afrontar y ojalá Larriera esté preparado para ese reto.

El vestuario

La partida de Salas dejó abierta la puerta de algunos rumores vinculados al vestuario. Fue inevitable que se le pregunte por el indisciplinado Cueva en la conferencia y Larriera dijo que “no está apurado con ese tema”. Buena salida en responder que la primera preocupación es el partido siguiente, pero enfatizó que primero debe gestionar su ego para posteriormente entender a los jugadores que va a dirigir. Larriera sabe que la gestión humana es valiosa y conoce cómo lidiar con ello por su reciente pasado en Peñarol. Hay algo que Larriera debe trabajar rápidamente y es lograr que el plantel vuelva a ganar en confianza y motivación, algo que se había perdido en los últimos partidos de Salas (en sí en el inicio del Torneo Clausura) y ojalá el plantel esté a la altura de la nueva exigencia.

Alianza Lima volvió a ganar tras cuatro partidos y en ese lapso de tiempo, los rivales sacaron alguna ventaja. El tiempo quizás ya empieza a jugarnos en contra y me atrevo a decir que a partir de ahora no debería haber margen de error y no perder puntos. Pero las cuatro salidas a altura más la salida pendiente a Trujillo hablan de un camino muy complicado para Alianza si quiere ganar el Clausura y no depender de un play off para tentar un nuevo título nacional. En fin, deseo que Mauricio Larriera tenga éxito en este paso por Alianza, su seriedad y profesionalidad no está en tela de juicio, pero el tiempo empieza a ser también un enemigo.

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