Alianza es la pasión, Alianza es la alegría de mi corazón. Te voy alentar porque somos el Comando, somos carnaval. Salgan a ganar que esta hinchada tiene ganas de una vuelta más, con huevo y corazón dejen todo en la cancha para ser campeón. Sigo aquí, enfermo de este amor con toda la ilusión… de salir campeón…  Porque Alianza es la pasión, es la alegría del corazón de millones de peruanos y ante la llegada del profe Larriera, seguimos aquí, enfermos de un amor que nos tiene siempre con la ilusión, de gritar al final de la temporada, ¡Somos campeones!

Pero como siempre he dicho, vamos siempre con calma, que nunca se apague esa llama de la ilusión, pero que al mismo tiempo mantengamos la serenidad necesaria para no caer en triunfalismos, que casos donde el pan se quema en la puerta del horno, han habido muchos.

El último lunes, se dio la conferencia de prensa del ‘profe’ donde se le notó calmado, sin hablar de más y donde dejaba claro que, al igual que Bellina, buscará mantener un “estilo de juego” basándose en siempre proponer, esperamos que, por el bien del cuadro blanquiazul, ese “estilo” lo lleve a conseguir el objetivo, y, sobre todo, que los jugadores puedan adaptarse rápido al mismo. También dejó en claro que a diferencia de lo que se creía a inicios de año, no hay un plantel tan amplio y donde tendrá que aprovechar al máximo los recursos que tenga, además de la confirmación de Cueva, al menos por ahora, y si nuestro “cholo” sigue jugando como las últimas dos fechas, creo que será vital para lograr los objetivos, de él depende.

Este fin de semana arranca el camino en la era Larriera, en una plaza siempre, siempre complicada para el cuadro de La Victoria, pero donde ya sabemos lo que es ganar, de todo corazón esperamos pueda repetirse lo logrado por el profe ‘Chicho’ y se pueda arrancar con el pie derecho esta nueva etapa. A la hinchada siempre recalcarle la paciencia, virtud de sabios, no nos aloquemos que Alianza de la noche a la mañana no se convertirá en el Barcelona de Pep Guardiola.

¡Arriba Alianza!

Por: men‘TETRA‘bada