Uno no podría estar tranquilo en la previa del partido ante Atlético Grau. La salida de Pablo Damián Lavandeira de Alianza inquietó a más de un hincha y, más allá del lamento por la condición de ser humano del uruguayo – peruano, se pensó en cuánto pierde futbolísticamente el equipo con su partida.
Sobran las palabras para describir la importancia de Lavandeira en la temporada 2022. No solo fue el autor del gol que finalmente nos dio el título, sino que se trató de uno de los jugadores con mejor rendimiento el año pasado con el añadido que llegó como refuerzo al plantel que inició con Carlos Bustos y concluyó con Guillermo Salas con aquel final feliz.
Pero me quedo con esa sensación de molestia e incomodidad porque se pudo tratar mejor el tema. Me habría gustado que en la conferencia que ofreció José Bellina días previos, se haya tocado el tema no solo de refuerzos sino también de algunas posibles salidas en el club para el Clausura. No creo que de la noche a la mañana se haya finiquitado el alejamiento de Pablo del plantel aunque días después, el mismo jugador trató de dar algunas explicaciones al respecto.
Supe muchas semanas previas que el jugador no estaba en los planes del entrenador. La llegada de refuerzos en la zona de confort de Lavandeira, prácticamente lo relegó y se entiende el por qué de su motivo para pedir su salida: Desea jugar; eso no entra en discusión. Lo que si cuestiono es el manejo de Alianza respecto a la negociación y posterior consecuencia; se ha reforzado a un rival directo en la pugna por el Clausura y que dio muestras de tomarse muy en serio recuperar el terreno perdido en el torneo local durante el Apertura.
¿Pudo Alianza manejar mejor el tema? Claro que si y es evidente que ha errado en las consecuencias. Toca ahora afrontar una segunda parte del año que será más complicado y sin esa primera pieza de recambio ante alguna eventualidad. Solo espero que no haya arrepentimientos o golpes de pecho a fin de año. No soy de los que se come el cuento del “Club por encima de todo”, porque considero y voy a seguir considerando a Pablo Lavandeira como un profesional y como un tipo que se dio íntegro el tiempo que estuvo en la institución.