‘CON TACO Y PICARDÍA’ #18: Las Bicampeonas y los 30 mil

Hace un año (y un poquito más) se vivía la final del fútbol femenino desde casa; frente a la tv se gritaba “CAMPEONAS” a una sola voz. Claramente, no iba a sentirse igual que vivirlo en un estadio, pero por razones que todos sabemos, nos tocó alentar y seguir toda liga así, mirando a la pantalla.

Este 2022 pudimos regresar a las canchas y acompañar a las chicas en el camino hasta levantar la copa una vez más. La noche del jueves se logró el objetivo con el plus de algo que estuvimos exigiendo desde hace mucho tiempo desde esta tribuna: Un estadio repleto.

Y por fin, se dio.

30 mil personas recibieron y alentaron al equipo femenino de fútbol durante 90 minutos. Y todas las excusas se fueron al tacho: que el horario es complicado, que el tráfico, que el fútbol femenino no vende… NADA. Jueves 7:00pm y 30 mil viendo a veintidós MUJERES jugándose la final. ¿Ven que no es tan difícil? ¿Ven que si se puede? 

Gracias a la noche del jueves, el fútbol femenino peruano se hizo un poquito más conocido a nivel de Sudamérica y en varias partes del mundo. Y eso puede traer muchos beneficios a futuro: mayor visibilidad del fútbol femenino; colaboración de más sponsors (entre nacionales e internacionales); exportación de futbolistas peruanas; etc. Quien desmerezca el impacto futbolístico de esa noche esta mal de la cabeza, por no decir otra cosa.

Sin embargo, este impacto se puede desvanecer fácilmente si lo de esa noche no se repite. Porque no creo que esto solo sea moda de una final, ¿no? Si el equipo masculino llena estadio todas las fechas, ¿por qué con el femenino tendría que ser diferente?

Solo espero que esto no haya sido “moda de una noche” y que todas las fechas que a ellas les toque jugar de local la gente las apoye con un estadio lleno. Se lo merecen desde hace mucho.

Ahora sí, ¡vamos con los goles!

Durante los primeros minutos se notaba los nervios clásicos de una final. Por un momento, Alianza no salía de su cancha y Mannucci llegó a presionar por varios minutos. Luego Alianza comenzó a salir, pero el partido se volvió muy trabado y así se hacía difícil anotar el primer gol. A los 17’ un palo nos dejaba con el grito de gol en la boca, pero a los 31’ no nos pudieron callar: tiro de esquina de Sandra Arévalo y cabezazo de Sandy Dorador. El primer gol de las chicas gritado por 30 mil almas. ¿Se imaginan lo que eso significa para ellas? Justificadas las lagrimas de Sandy mientras celebraba mostrando el polo con la foto de su hermano fallecido.

Los otros dos goles llegaron en el segundo tiempo. A los 50’ ¡Sandy! vuelve a aparecer para darle pase a Heidi Padilla que marcaba casi cayéndose y de zurda, tras el error en defensa de las carlistas, el segundo tanto para Alianza. Merecido para la 17 que había trabajado mucho durante todo el partido.

Y no podía faltar el gol de la bombardera.

A los 90’ y tras un lateral, Carmen Quesada (que ingresó por Sandy Dorador que salió lesionada) le da un bonito pase para que Adriana anote tranquila y de derecha.

En los últimos minutos ya se podía ver el desgaste y la emoción de las chicas; con una Heidi Padilla en el suelo y saliendo en camilla y con Sandy Dorador llorando a mares cuando se dio el pitazo final.

Gracias chicas, por darnos tanta alegría. Gracias por representar de manera excelente al club que tanto amamos. Gracias por una noche histórica.

Ahora les toca La Libertadores y hay poco tiempo de preparación, pero sabemos que ellas lo van a dejar todo y desde aquí las vamos a seguir apoyando.

Sigan celebrando BICAMPEONAS.

Por: Rita Cristina ‘plumALigera’ Pachas Medrano

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *