Con Taco y Picardía #13: Purga

Segundo partido para las íntimas en el hexagonal. Esta vez, con un rival ya conocido por la final del año pasado, Carlos A. Manucci. Encuentro que se esperaba sea accesible para el triunfo, nos terminaría dando un tremendo golpe de realidad.

Inicio parejo por ambos equipo, la necesidad de salir a ganar era más que obvia. El equipo trujillano empezó a proponer de mejor manera y terminaría dándole resultado, adelantándose en el marcador. Sorpresa se llevarían las íntimas al encontrarse en desventaja. La presión para encontrar el gol mejoraría, pero las fallas serían impresionantes. Lúcar, que nos tenía acostumbrados a su facilidad del gol al frente del arco rival, no aparecería hoy ni hace varios partidos. Otra jugada clara sería el tiro libre por parte de Emily Flores, donde el palo le prohibiría gritar el gol. Muy pocas ideas de juego, mucho desorden y desesperación nos llevarían al descanso en desventaja.

Para iniciar el segundo tiempo, Alianza arrancaría con el ingreso de Ibarguen. La colombiana le inyectaría la intensidad necesaria al equipo que tenía todo para ganar. Sin embargo, nuevamente la falta de definición en el gol nos privaría del empate. Una mala salida de la arquera Valverde más la falta de comprensión con la defensa nos terminaría condenando con el 2-0. Los siguientes cambios poco o nada pudieron hacer con un equipo que solo parecía esperar el fin del encuentro.

Durísima derrota para el equipo que nos deja mucho más para pensar. A este equipo que ya se le venía criticando por muchos aspectos, hoy nos da más razones para hacerlo. Y ojo, que la crítica no es mala cuando se hace con respeto y sobre todo buscando un bien común que es el avance de nuestro equipo femenino. Un equipo que tuvo dos años invicto, sin ninguna derrota. Si bien es cierto los otros equipos dieron un paso hacia adelante, parece que nosotros lo dimos hacia atrás. Errores básicos por parte de un comando técnico que desde sus inicios está en deuda con la hinchada. Jugadoras que parecen haber bajado su nivel a comparación de años pasados. No se les pide una goleada por 10-0 como era antes, pero si se les exige dejar la vida en la cancha ante rivales que son ganables para Alianza, porque todos lo son. Alianza tiene la responsabilidad de salir a ganar en todos los partidos. Por otra parte, los responsables en los cambios que no resultaron ya deberían estar pensando en cómo vamos a recuperar el equipo que éramos. Las semifinales son su última oportunidad para demostrar lo que realmente son, sin equivocaciones por parte del comando técnico o jugadoras. Todo el que lleve la camiseta blanquiazul siempre tendrá el apoyo de la hinchada, pero es más que obvio que finalizando el año más de una cabeza debe volar.

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