Después de la última fecha del Clausura la ansiedad invadió a todos quienes somos hinchas de Alianza. Algo de impaciencia y el querer que llegue ya el partido se hicieron dueños de todas nuestras emociones, más aún sabiendo que tendríamos en frente al rival de toda la vida.
Por ello, ambos nos jugábamos el duelo más importante del año antes de pensar en el choque de vuelta. Lo dicho solo lo había entendido «el compadre» que jugó su mejor partido en la temporada y, quizás, el mejor en muchos años. Nosotros no entendimos eso y jugamos muy mal, pésimo de hecho, salimos muy timoratos, como si todos estuvieran fuera de ritmo, desentendidos y descompactados totalmente como si no supiéramos el valor y la importancia de este compromiso. Ellos nos asediaron y sometieron por completo en gran parte del cotejo e hicieron casi todo para llevarse esta primera final, solo les faltó definición para anotar en las ocasiones claras que tuvieron.
Producto de eso parecía que en cualquier momento llegaría el gol de ellos y así fue cuando al minuto 17, en una pelotera dentro de nuestra área, lograron introducir el balón en el pórtico defendido por Ángelo Campos que, previo a la anotación, fue infraccionado por Álex Valera. Así que, luego de un chequeo en el VAR, el árbitro anuló el tanto.
Pese a ello, Universitario continuaba acechando nuestro campo, pero no tuvieron la eficacia necesaria para sacar ventaja pese a que Alianza no reaccionaba.
Así llegó el segundo tiempo, con el ingreso de Bryan Reyna por Franco Zanelatto que jugó un partido para el olvido (seguro por su inactividad debido al desgarro que aquejaba); no obstante, los íntimos no mejoraban, más bien, diría que empeoraban lamentablemente.
Era muy evidente que en cualquier momento podía llegar el gol del contrincante, pero no de la forma en que se dio porque el árbitro, conjuntamente con el VAR, sancionó un penal de Hernán Barcos que fue muy dudoso. Particularmente, yo no hubiera concedido esa pena máxima. Sin embargo, sostengo que el referee tenía los argumentos suficientes como para marcar o no el penal. No pasaba nada con la decisión que tomara que, como señalé, fue el penal que Valera convirtió en gol a la postre al minuto 63.
Luego del tanto, inmediatamente Larriera mandó al campo a Carlos Zambrano como para poner un buen candado atrás y no permitir que nos vayamos de Ate con un resultado más adverso aún. Y, a pesar que parecía que veríamos a un Alianza más defensivo y cerrado, se convirtió en un equipo algo más ofensivo pero, a la vez, desquebrajado y partido, sin conexión desde la parte trasera hasta la delantera.
Entonces, avanzaban los minutos y el marcador seguía sin moverse, «los de al frente» continuaban dejando la sensación que eran superiores y podían ampliar su ventaja mientras la frustración y ansiedad se adueñaba de todos nuestros jugadores.
«El profe» Mauricio Larriera miraba constantemente el banco y parecía no encontrar la solución que él buscaba al partido y demoró mucho en decidir que ingresaran al terreno de juego los protagonistas del empate agónico que fueron Sabbag y Costa que, cuando el rival hizo también sus variantes pensando en el duelo de vuelta (ahí pecaron) y además parecía que ya no se movería más el resultado para que ellos salieran con la ventaja de la mínima diferencia a su favor, aparecieron al 90+4′ luego que Yordi Vílchez interceptara un balón para jugar con Zambrano que la movió para Ricardo Lagos que tuvo calma y no se apuró para ver que Pablo Sabbag se recogía para pedir la pelota, entonces se la da y Sabbag logra zafarse de la marca de Corzo que salió a marcarlo muy mal y encontró en el vacío a Reyna que pasó entre dos defensores adversarios para que el esférico le quede a uno de los más resistidos todo el año, me refiero a Gabriel Costa que demostró su jerarquía y definió de zurda de manera monvmentAL para silenciar todo Ate.
Para el Equipo del Pueblo, puede ser que el desenlace del duelo lo consideren algo meritorio por cómo acaban este choque de ida, ya que de un remate, hicieron un gol casi que de la nada. No obstante, desde mañana deben cuestionarse los 93 minutos que jugaron antes de la anotación, ya que si no tienen reacción, ni replanteo, de nada les servirá el empate y la primera opción de campeonar ya no dependería tanto de nosotros mismos…
Y bueno, de mi parte, nos estaremos leyendo por última vez en el año el día miércoles cuando nos toque cerrar en casa, con nuestra gente, esta finAL. Todos juntos debemos estar ese día por el mismo objetivo, empujando del mismo barco porque será nuestra última bala de la temporada y, si queremos sacar algo muy positivo de la ida, es que a pesar que tuvimos bajísimos rendimientos en el balance general de este cotejo y «el compadre» jugó su mejor partido de la campaña en muchos años, dominó y fue superior, no pudieron ganarnos en su casa que estaba repleta. Si Larriera hace los ajustes necesarios al equipo, seguro el título será nuestro, ya que tenemos mucho más con qué hacerles daño, solo no debemos dejar que nos colme la presión. Así que a esperar con cabeza fría y el corazón cALiente, y desde donde nos toque estar este miércoles seamos un solo puño para poder seguir gritando de alegría… ¡ARRIBA ALIANZA!
* Los datos de Memorias:
– Este fue el partido N°370 en la historia del clásico de los clásicos de nuestro fútbol peruano.
– Fue la 17ma vez en el año que Alianza Lima termina un primer tiempo 0 – 0.
– Gabriel Costa anotó su sexto gol en la temporada, el quinto en la Liga1. También fue el gol N°32 en su carrera defendiendo la blanquiazul y el segundo ante Universitario.
– El último gol agónico en un clásico lo había hecho Axel Moyano el 18/08/21.
* Recuento rápido del partido de Alianza:
45+2′: Roja afuera del campo para Ignacio Barboza (preparador físico).
46′: Bryan Reyna ingresó por Franco Zanelatto.
61′: Amarilla para Hernán Barcos.
63′: Carlos Zambrano ingresó por Jesús Castillo.
74′: Amarilla para Aldair Rodríguez.
76′: Pablo Sabbag ingresó por Aldair Rodríguez.
77′: Amarilla para Josepmir Ballón.
87′: Gabriel Costa ingresó por Hernán Barcos.
90+2′: Amarilla para Carlos Zambrano.
90+4′: Gol de Gabriel Costa para el empate final agónico.