Domingo 27 de marzo, a la 1:00pm, Alianza Lima tuvo una cita en el mismo infierno. Y no, no hablamos de que bajó a conquistar el reino de Hades, si no que Los Íntimos visitaron en hora punta el Estadio Municipal de Bernal para enfrentar a Atlético Grau, llevándose así tres puntos de oro y reusándose a perder la punta, hoy compartida con nuestros dos compadres.
El partido, más allá del factor climático, empezaría cuesta arriba para Alianza Lima con un tempranero gol de el “Patrimonio de Piura”. Oslimg Mora, quien jugaría el partido de su vida, se acordaría de sus mejores épocas en menores aliancistas y pondría el 1-0 tras un fuerte disparo al ángulo. Sumado a esto, las tempranas lesiones de Christian Cueva y Yordi Vílchez, que obligarían a Chicho Salas a cambiar el equipo y lo dejarían con una sola ventana de cambio.
Alianza Lima tuvo unos pésimos primeros 25’ minutos en los que Mora y compañía estarían cerca de poner el segundo en cuenta alba, pero ayer, a diferencia del partido en Huancayo, tendríamos a un Edinson Chávez inspirado. Este señor se animó a mostrarse, asociarse, desdoblar y centrar como debe hacer un buen lateral. En uno de estos desbordes, Chávez se apoya con Costa, quien temporiza y suelta para el chalaco que penetra el área grande y es tumbado por el central piurano. Chaveta se inventó una jugada de aquellas que terminó en penal a favor de Alianza. “Gabi”, también partícipe de la jugada previa, toma el balón sin dudarlo y lo transforma en gol. Culminamos el primer tiempo con paridad en el marcador.
El ingreso de Barcos en el segundo tiempo le da algo distinto en el ataque a Alianza. Si bien es cierto que él y Sabbag gozan de buena presencia física, pareciera que la maña y experiencia de Barcos termina preocupando más a los centrales que la misma velocidad del colombiano.
Este segundo tiempo sería más de Alianza, se le vería más ordenado y con mayor criterio a la hora de atacar, pero siguen las dudas con respecto al funcionamiento del equipo. Se logra asociar, mas no transformar esas sociedades en ocasiones de gol concretas. Es así que, nuevamente, pareciera que nos salvamos por una individualidad. Chávez, otra vez protagonista, cobra un tiro libre desde la media cancha metiéndole una cachetada al balón con la parte externa del pie. La redonda que llega exactamente al pecho del ayer titular, Franco Zanelatto, quien sabría controlar y definir de forma soberbia en el arco custodiado por Raúl Fernández. Fue un GOLAZO. Franco le marcó el pase, Chávez lo ve y se la pone como con la mano. Lo demás es pura obra del “el bicho” Zanelatto. Pese a ser un jugadón, es una nueva individualidad que salva a Alianza. Desde el juego colectivo aún no termina de afianzarse y sufre de más para sacar el resultado adelante, pero lo positivo es que se encuentra con alternativas para revertir la situación.
Luego del gol, Grau no sabría cómo reponerse y, pese a generar un penal tras una torpe falta de Míguez, que no goza de un buen nivel, tendríamos un auspicioso debut en el torneo para el “Mono” Campos atajando un penal decisivo. Temperamental, canchero y brindando confianza bajo los tres palos, pareciera que Ángelo no suelta el puesto y se alista para la Copa Libertadores. Que se un nuevo inicio para él.
Y, bueno, así es el cALor. Puede ser un arma letal para el local, pero esta vez supimos sobreponernos a jugar en una condición tan delicada como lo es llegar a los 30° de temperatura. Fin de las acciones. Seguimos arriba, en la punta, compartiéndola, pero por poco tiempo. Muy pronto será solo nuestra.
Alianza no termina de convencer, pero de a pocos se van lubricando los engranajes. Confiemos en este equipo, ALegrías nos va a dar.
Nos vemos el sábado.
ARRIBA ALIANZA LIMA.