Siempre, siempre tuve fe en ti, siempre supe que cantaría así. Alianza corazón, Alianza corazón, ¡Alianza campeón!… Dicen que la fe es la certeza de lo que se espera; en momentos de oscuridad, en momentos de incertidumbre y sobre todo, en momentos cuando tienes que pararte firme para defender tus ideales, es donde la fe juega el papel más importante, porque no importa que tan dura sea una caída o si vienen miles a atacarte, sabes que, como dicen por ahí, al final la vida pone todo en su lugar.
Luego de la victoria del equipo del pueblo sobre Binacional, la alegría volvió a La Victoria, las sonrisas regresaban a los rostros del hincha blanquiazul que había pasado por una semana para el olvido. Esos 6 goles, que tranquilamente pudieron ser 9 (menos mal los árbitros nos favorecen) sirvieron para consolidarse como campeón del primer torneo del año, los dirigidos por el profe ‘Chicho’ demostraron por qué llevan tanto tiempo con ese invicto en el Alejandro Villanueva, que se ha convertido en un verdadero “fortín”, demostraron con creces que a Alianza Lima jamás le regalaron nada, que si están donde están es por propio mérito de los jugadores, del comando técnico y de esa hinchada, sí de esa hinchada que debe darse cuenta que solo estando todos juntos podemos lograr todo lo que nos propongamos, que juntos somos más fuertes y que no podemos exigir más de lo que damos.
Ahora que ya se cumplió el primer objetivo del año, podemos estar más tranquilos para lo que viene, pero ojo, tranquilos, mas no confiados. Tenemos aún asuntos por arreglar en Copa y si es posible asegurar el Clausura que tampoco será nada fácil y más aún con el VAR que ya lo vienen anunciando. A nosotros como hinchas, solo nos corresponde seguir apoyando a los colores, porque con la ‘chichoneta’ hasta el final del camino, el torneo es largo aún, falta poco más de la mitad, sigamos así, por la sombra, así se disfrutan más la obtención de los objetivos.
Esos hinchas que pedían la salida de Chicho, esos que creen que Alianza debe ser el City peruano y meter de a 12 goles por partidos y que, además, tampoco puede perder un solo partido, ¿qué fue manos? ¿se acabaron los datos? A ver si aprendemos a dejar trabajar a los que saben y nos dedicamos más a lo que nos corresponde que es estar en las graderías del estadio alentando.
Mención aparte, y no quería cerrar la columna de hoy, sin nombrar al ‘pirata’ Hernán Barcos, ¡Qué jugador por Dios!, una vez más demostrando que de nada sirven los logros individuales sin los colectivos, no le importó estar más cerca de marcar historia en el club, él prefirió darle confianza a su amigo, bien dice la canción, primero buenos amigos, después a darle al balón. Sin duda, el mejor extranjero que he visto en el equipo del pueblo, y no solo por lo que demuestra dentro de la cancha, si no también, por lo que aporta al grupo y a la institución como tal, ojalá la vida nos permita tenerlo por siempre en el club, ese tipo de PROFESIONALES, son los que realmente marcan la diferencia y necesitamos siempre.
¡Arriba Alianza!
Por: men‘TETRA‘bada