VOZ TRIBVNERA: Cuando toca, toca


Porque hay maldiciones, que llegan al cielo, otras rebotan y no, no pueden llegar. El talento se impone y voy a cerrar mil bocas y verán que el que puede, puede y cuando toca, toca … Hasta que un día se pudo, hasta que un día tocó, porque como mandan las escrituras, no existe mal que cien años dure, ni cuerpo que lo resista. Así es, queridos amigos, llegó el día en que por fin pudimos sacarnos esa maldita astilla que tanto nos estaba molestando, ¡Y vaya de qué manera!, de visita, en Paraguay, ante un invicto Libertad, con gol de nuestro 22, como el que llevaba en la espalda ‘Zlatan’ el día que habíamos ganado por última vez en copa. Lo hermoso y jodido que puede ser el fútbol a veces.


Como lo habíamos venido hablando anteriormente, este Alianza Lima versión 2023, nos venía dando motivos para soñar, para ilusionarnos, para hacer que olvidemos todo lo pasado y enfrentemos esta nueva Libertadores como quien empieza de cero, como aquel que sabía que ya era hora de escribir una nueva historia, que de ser positiva iba a sacar mucho peso de la mochila. El empate de local contra Paranaense, dejó cierto sin sabor y había que salir a por todo en el Defensores del Chaco, los dirigidos por el profe ‘Chicho’ sabían que aquel 20 de abril tenía que ser el día clave, con inteligencia y ese corazón caliente que se necesitó siempre, podíamos volver con los tres puntos a casa y, Dios mediante, así fue.

Premio para el equipo, para el profe ‘Chicho’, para Bellina si quieren, pero, sobre todo, para el hincha aliancista, ese aguerrido hincha aliancista que soportó 30 cuchillazos, uno tras otro, cuchillazos que venían siempre con echada de sal en la herida vertida por quienes, sin pelear, solo se dedicaban a estar pendiente cual aves de rapiña. Fueron 11 años, los jugadores fueron y vinieron, los dirigentes igual, de la misma manera los técnicos, todos ellos hacían su vida como si nada luego de cada encuentro que alargaba esa maldita racha, pero quienes siempre estuvieron, están y estarán, somos los hinchas y eso, eso señores, no hace más que aumentar la felicidad que trajo ese bendito triunfo.


Ahora, como siempre digo, ya está, se ganó, se cortó la racha, se disfrutó, pero toca enfocarse en lo que viene, pues esa victoria en Asunción debe servir de motivación para seguir por ese camino, como dije luego del partido con Paranaense, el aliancista ya se dio cuenta que puede salir a competir (con todo lo que eso implica), ahora tiene que hacerlo, ¿se puede? Por supuesto, aunque a algunos le joda la palabra, pero con humildad y mucho corazón, podemos seguir avanzando, no nos quedemos en ese triunfo, Alianza, su historia y su gente se merecen mucho más, el hincha espera siempre más y este equipo nos ha demostrado que puede dar mucho más.


Antes de despedirme, no quería dejar de saludar a todos esos viajeros que, de algún modo u otro llegaron a Paraguay y a los que llegaron también a Tarapoto, no hacen más que demostrar que no hay imposibles para el aliancista que hace todo por amor a sus colores, estos dos triunfos empezaron a ganarse por ustedes. 
¡Arriba Alianza!


Por: men’TETRA’bada

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