Este será un año emocionante para nuestras bicampeonas y para quienes seguimos los pasos de un equipo que se ha ganado la admiración de toda la hinchada, vea fútbol femenino o no. Ellas, que también han prometido traernos a casa el Tricampeonato, cuentan esta temporada con un nuevo técnico, que tiene sobre los hombros la pesada carga de seguirle los pasos al exitoso Samir Mendoza, que consiguió el subcampeonato de 2019 y el bicampeonato 2021-2022.

El colombiano Jhon Ortiz ha declarado estar ansioso y consciente de la responsabilidad de haber llegado al club más grande del Perú. Sabe que en el campeonato femenino uno no puede pestañear ninguna fecha, teniendo a varios equipos queriendo sacarle ventaja a Alianza.

No lo he visto dirigir, pero a mí sí me hace bulla el 3-0 frente a Colo Colo en la Noche Blanquiazul Femenina, el partido en que el que debutó como entrenador frente al público grone. Nuestros rivales fueron superiores de principio a fin, y me incomodó que el entrenador no tuviese la intención de hacer cambios relevantes para, al menos, poder aguantar el resultado para no terminar en goleada. Por algo nos anotaron en el minuto 89. ¿Acaso todavía no conoce lo suficiente a sus jugadoras? ¿O el mensaje del profesor todavía no ha llegado a profundidad?

Junto a Ortiz ha llegado como delantera, también desde Colombia, Sandra Ibargüen, que estaba jugando en Llaneros de su país. Con ella, se espera que el ataque aliancista se asegure en el área y así no perdamos desde la primera fecha el liderazgo de la tabla. Porque sí, sé que jugar con equipos de afuera es distinto, pero no vamos a negar que el replanteo rápido debe ser la estrategia de cualquier técnico nuevo al que la pretemporada se le fue de las manos. No estamos para derrotas humillantes porque el orgullo del hincha es lo que se ha logrado recuperar durante estos años y no sería justo exponerlo de esa manera.