Turista en Matute: Rebeldía Bamba

Nunca en mi vida, y tengo treinta años, que no son pocos, vi tanta improvisación y desorden en el torneo profesional de fútbol peruano. La Federación, su evidente nivel de podredumbre y corrupción, finalmente logró que nuestra ya poco competitiva Liga 1 se convierta en un espectáculo incómodo, en donde ya no solo hay villanos, tibios y traidores, sino también grandes ridiculeces. Hay de todo, menos héroes. Porque Alianza Lima, que tanto decía proteger su dignidad y su nombre, finalmente se empujó a jugar el campeonato chicha de Agustín Lozano.

Sé que la amenaza de la desafiliación por un segundo partido sin presentarse a la cancha (y más cosas que ya no vienen al caso) fueron algunas de las razones. Pero, ¿Entonces por qué nuestro club se comió ese tremendo W.O. y la multaza en lugar de jugar la fecha pasada?, ¿Para qué hicieron tanto drama si al final iban a terminar haciendo lo que desde un momento se les sugirió hacer (jugar sin transmitir)?, ¿Fue una pataleta o en serio pensaron que el fútbol peruano no seguía sin Alianza? Ya se sabía un gran margen de error de quedar pocos (o solos) contra la Federación, y también se sabía quiénes iban a ser los primeros en bajarse del coche. ¿Entonces? ¿Quién es el responsable de comernos una vez más una ola de burlas en las redes sociales? Alianza ha quedado tan rebelde como Wendy de Pataclaun.

Entre comunicados de Alianza Lima y la Federación Peruana de Fútbol la vida se me va y las ganas de ver este campeonato también. La Copa Libertadores tampoco es una promesa, no por los pésimos resultados de los últimos años, sino porque los buenos fichajes de este año no tienen la capacidad de trabajar y prepararse con rivales debido a su inoperatividad. Y no me digan que las prácticas y los ‘amistosos’ sirven para eso, porque es mentira. Sin un torneo serio nuestras esperanzas de hacer un buen torneo internacional se diluyen. Solo espero finalmente tener certezas con respecto a esta Liga 1 y no despertar con el chat lleno de mensajes donde todos se preguntan si se juega o no, si se transmite por TV o por redes sociales, o si se juega a puerta cerrada al mejor estilo de un claustro.

Y ni hablar de la posibilidad del hincha y su ingreso a las tribunas de Matute. Ya bastante tuvimos con dos años encerrados en pandemia para que aquellos que apostamos ciegamente en convertirnos en Abonados e Íntimos, y que siempre respondemos, no tengamos la seriedad, respeto, salidas rápidas y cero excusas que merecemos.

Por: Lucía’ Luchita’ Calderón

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