#edito-reAL: Lluvia de críticas

“Ahora lluvia, dime que no fui tan solo una aventura”

Te contaré una historia, fue diferente a las demás…aunque no, creo que es algo común. ¿Cuántas veces hemos pasado del amor al odio rápidamente? Un día amamos algo, pero al otro nos aburrimos y lo dejamos o en casos hasta lo apartamos de nuestra vida. Sea un habito, un gusto, una persona. El ser humano tiende a aburrirse a veces rápido y termina siendo un ser cambiante de lo que quiere, de lo que cree e incluso de sus propios ideales.

Esta pequeña intro ahora la aterrizo en el plano aliancista. ¿Qué pasa con el hincha aliancista que hoy critica demasiado? En menos de 7 días pasamos de ser “EL MÁS GRANDE DEL FÚTBOL PERUANO” a ser los peores, los que no juegan a nada, los que son un desastre o los que – son bien atrevidos – piden la cabeza de los directores técnicos.

Y acá pongo en plural porque esta lluvia de criticas la hemos recibido en la semana no solo en el equipo masculino, sino tambien en el femenino. Han tenido que pasar solo 2 partidos, un amistoso y otro que sumaria 5 partidos oficiales en un campeonato, para que el hincha pierda la cabeza y despotrique sin piedad contra su equipo.

Yo entiendo. Despues de ver caer a los bicampeones y bicampeonas de una forma dolorosa en La Victoria y en Huancayo puede generar la molestia y el sabor amargo cale hasta la visión de como vemos las cosas, pero siento que hay limites como tambien existe la crítica constructiva y la destructiva.

Yo soy siempre fiel partidario a la crítica que tenga base y que no busque detonar a quien esta siendo objeto de opinión. Hoy si bien Alianza Lima a tenido caídas, debemos de pensar fríamente y decir ¿Es verdaderamente valido que sea tan tajante con mis opiniones? Y hasta cuestionarse uno mismo preguntando en que nos basamos en opinar algo.

Las opiniones son libres amigo lector, y usted esta en todo el derecho de poder decir lo que le cante del… ¿ok? pero luego de haber lanzado su opinión sea como una palmada en la espada en son de animar, o como una piedra o escupitajo en contra del criticado. Vuelva y recuerde que es dueño y responsable de lo que hable. No opine con el hígado, hágalo con el cerebro para evitar pregonar un discurso que lleve a la desesperación de demás hinchas. Y peor aún, un discurso que luego en un futuro pueda dejarlo como un incoherente, recuerde que uno es esclavo de sus palabras.

Es muy temprano para renegar. Respire conmigo y pasemos la página, que el camino es muy largo aún.

Buen inicio de semana, blanquiazul.

“La llevo en mi memoria que distinta fue esta historia”

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