Y no tengo pensado hundirme acá tirado. Y no tengo planeado morirme desangrado. Y no, no me pidas que no vuelva a intentar, que las cosas vuelvan a su lugar… Es así que el aliancista se dio cuenta que puede competir, que ya no basta rescatar puntos desde aguantar y ver qué pasa, si no, que puede salir a jugar y hacerle frente a cualquier rival, que el pasado, es pasado y que no importa lo que haya sucedido atrás, si no lo que puede hacer en el presente, el día de ayer, el aliancista pudo reconocer en los jugadores el cambio de actitud que tanto se pedía, que, por plantel, está obligado a demostrarse en el gramado de juego. El día de ayer, queridos amigos, se dio un gran primer paso para poder ser competitivos en un torneo que se nos ha sido esquivo, pero que, como cada nueva edición, comienza una nueva historia y nadie tiene pensado hundirse ahí tirados, que se puede intentar una y mil veces más para que nuestro glorioso Alianza Lima, esté en el lugar que merece.
Aunque siempre habrá distintas opiniones, en cuanto al análisis de un partido de fútbol se trata, hay un grupo de hinchas que hoy por hoy se quedan más tranquilos que conformes, pues el equipo demostró ese coraje que se necesita para afrontar el torneo más importante de Sudamérica, sin embargo, saben que hay mucho por mejorar aún y esperan más de los llamados a ser distintos, colectivamente, el equipo del pueblo demostró estar muy sólido y ese es el camino, pero el hincha siempre va a querer más porque por más realista que intente ser, siempre va a ser ambicioso en pro de Alianza Lima.
Ahora, cabe hacer un paréntesis a lo que pasó el día de ayer, para hablar de lo que fue la previa al partido contra Paranaense, porque es importante alzar nuestra voz de protesta, dado que no es posible que estando a puertas de un partido tan importante para el club, este se vea manchado por el cobarde accionar de un grupo de desadaptados que dicen amar a la institución y terminan haciendo daño a la misma, no es dable que se la quieran dar de valientes y en esa estúpida lucha de ego y poder, le metan cabe al club, tanto de un bando, como del otro, ambos terminan dañando los colores y lo único que “ganaron” fue alejar a un grueso de hinchas comunes, que lógicamente prefieren protegerse y evitar estar en un lugar donde se declaraba una guerra, y que la policía que siempre nos tiene entre ceja y ceja, prohíba el ingreso de instrumentos y banderas, que a fin de cuentas, suman a la fiesta tribunera en beneficio de nuestro amado Alianza Lima. Los que de verdad están por amor a los colores, ya están cansados de tanto daño que le hacen a la tribuna, el hincha de pie, hoy clama un alto a esas disputas, aunque internamente sepa que está pidiendo peras al olmo.
Toca ahora enfocarse en el partido contra Alianza Atlético de Sullana, la copa tendrá un alto momentáneamente y eso debe aprovechar el profe ‘Chicho’ para corregir los errores vistos y seguir mejorando, claro que es posible y el torneo local nos puede ayudar mucho en ese proceso.
¡Arriba Alianza!
Por: men‘TETRA‘bada