#edito-re(AL): La importancia del 10

Todo tiene una base y piezas que son fundamentales para que un objeto, relacion o circunstancia opere de una manera óptima. Las maquinarias no avanzan sin piezas primas; los edificios no se sostienen si no hay bases sólidas; las relaciones no se mantienen sin el amor.

Así pasa muchas veces con los equipos de futbol, que sin ciertos protagonistas no logran avanzar. Está el 1 que tiene que ser alguien con viva voz y autoridad para custodiar su portería. Esta el 4 que tiene que ser el perro de caza a la hora de defender. Esta el 6 que es el cerebro de las jugadas en el medio sector. Esta el 9 que es el protagonista en la zona rival que tiene la obligación de anotar y llevar a la victoria a su equipo. Pero ¿Qué pasa si no está el 10? Hay sostenibilidad o todo se derrumba sin él.

Ese número que muchas veces ha sido tan deseado por muchos desde pequeños pero que pocos logran vestirlo y representarlo con honor. El #10 en el fútbol representa a ese jugador que es delantero, pero a la vez no. Ese enganche en el último tercio de campo de juego que conecte la creación del mediocampo con la delantera. El rapido que muchas veces habilita como tambien el atrevido que entra al area y define como tambien lo hace fuera de ella.

Si este tema lo trasladamos al mundo Alianza Lima, es algo complejo y hasta raro hablar de grandes ‘10’ en la historia contemporánea. Si obvio que ese número en la piel intima nos hace recordar a Teófilo Cubillas en los 70’s y lo noventeros tendrán la memoria del goleador historico Waldir Sáenz siendo el que lo porte con honor. Pero post era Sáenz ¿Quién ha sido digno de recordar con ese dorsal?

En la última década muchos han usado este numero sin entender exactamente como lo lograron. Y es que hoy ver por ejemplo a nombres como Víctor Cedrón en 2014, Reimond Manco en 2015, Mario Velarde en 2018 ó Joazhino Arroe en 2019 y 2020 es un calambre al ojo.

En la última década creo que los que han portado la dorsal ‘10’ en Alianza Lima han dejado gran deuda a lo que representa deportiva e históricamente ese número. Quizas habrá menciones honrosas de Germán Pacheco en 2017 o el mismo Jefferson Farfán en 2021 y 2022, que fueron aguas en el desierto de buenos ‘10’.

Hoy vemos nuestra realidad y tenemos a un Jairo Concha portando este número. Dorsal que en Libertadores se le dio a otro jugador, pero todos vimos que dejó más en claro que ya no tiene autoridad de usarla. Concha en lo que va de la temporada, no ha tenido un rendimiento continuo por sus idas y venidas en las oncenas titulares, pero nadie puede negar que en este último rush aliancistas esta siendo el que mejor viene jugando en el equipo.

Ayer el gol que anotó en Cusco y sumando su performance, nos hace pensar que esta nueva oportunidad con Mauricio Larriera en el banco es un nuevo aire que Jairo ha encontrado para que demuestre porque Alianza Lima debe pulir el parche de campeón en cada partido, pero tambien porque es el llamado a usar la 10 en tienda intima.

Jairo Concha, el joven que llegó en la temporada más dificil de Alianza Lima y que es parte de los protagonistas de la redención blanquiazul del 2021-22 tiene características y razones para que haya ganado tener el honor de vestir ese dorsal. Hoy está en él que siga demostrando que puede ser esa pieza que hoy a Alianza Lima necesita para volver a la ruta segura del tricampeonato.