En el veintitrés, de la ciento diez no se puede estar tranquilo, le diré por qué. Lo mismo a las doce del día, a la 1, o las tres. A veces de madrugada, lo mismo al amanecer. Se forma una rebambaramba que se juntan cuatro, cinco, siete, ocho, nueve o diez. Y salen gritando, avísale al super, que nos estamos quemando y no se sabe del fuego en donde es… y que tremenda rebambaramba la que se forma en el equipo del pueblo cada fecha, estamos en un punto en el que el hincha deja de creer en lo fortuito y se cuestiona ¿de dónde y por qué cada fecha hay tantos lesionados? Está bien uno o dos, ¿pero cuatro, cinco, siete, ocho, nueve o diez?
En fin, así terminaba una nueva fecha para el cuadro blanquiazul, en nuestra “poderosa” Liga 1, con un triunfo por la mínima en la presentación del ‘profe’ Larriera en el Alejandro Villanueva de La Victoria. Con algunos chispazos de buen fútbol, con aún cosas por corregir, con un mejor segundo tiempo que el primero, pero también con nuevos lesionados, el triunfo que, si bien es importantísimo para las aspiraciones de los blanquiazules, deja una preocupación latente en la hinchada, y es que esta vez salen con aparentes lesiones Christian Cueva, Hernán Barcos y Bryan Reyna; además de Aldair Rodríguez que termina sentido el encuentro. El hincha esperanzado en la fe y a la espera de noticias oficiales (que solo una vez llegaron en el año con respecto a estos temas), espera que estos jugadores no se sumen a la lista de lesionados que ya tiene el club, se viene una fecha complicada, en una ciudad siempre difícil y es esencial que se pueda contar con todas las armas posibles, aunque cada vez sea más difícil.
Es ahí donde viene el cuestionamiento, el querer encontrar responsables, ¿será Bellina, el área médica, el preparador físico, el cuidado de las canchas, el propio cuidado de los futbolistas? ¿a quién responsabilizar por este patrón? Surgen más dudas que respuestas y más aún cuando vemos que los equipos que venían atrás en el acumulado se van acercando. Nosotros confiamos en el equipo, vamos a muerte con ellos, aunque a veces la pasión nos gane y no analicemos más allá de lo que se ve en los 90 minutos de juego.
Por lo pronto queda prepararse para una nueva visita al Cusco, en una ciudad que siempre se pinta de azul y blanco, a los que van, la recomendación de siempre, dejar bien a la hinchada y dejar la vida en esas tribunas, que regresen con bien y con esos tres puntos en la maleta.
¡Arriba Alianza!
Por: men‘TETRA‘bada