Quiero verte, necesito tu presencia a mi alrededor. Si no estás, no está feliz mi pobre corazón y no puedo vivir alejado de ti ni un instante más. ¡Ay! quiero verte para darte calor y pasión que te quemen por dentro, para hacer que te vibre la piel como aquellos momentos que aferrado de ti te entregaba de mi alma, vida y aliento … cantaba el maestro José Antonio Torresola Ruiz o como la mayoría lo conoce, Frankie Ruiz, y que hoy calza muy bien con el sentir de un hincha que necesita de su Alianza, que le hace falta ver al club que hace latir su corazón, ese mismo hincha que hacía de su Alianza el refugio perfecto para escapar del mundo, que sabe que el hincha y Alianza son uno solo, que ambos se complementan, que Alianza pone la presencia y él, el alma, la vida y aliento.
Sin embargo, hoy la realidad nacional hace alagar más la ansiedad del hincha por estar en su casa junto a su equipo, la espera lo tiene desesperado por ver salir a los 11 que llevan en la camiseta la gloria de ser aliancistas, y se entiende que el hincha hoy cada día más impaciente por volver a su lugar feliz en el mundo tenga esa necesidad y desesperación, pero no nos olvidemos que también somos pueblo, somos “el equipo de todas las sangres”, que el Perú es Alianza Lima y Alianza Lima es el Perú, y por consiguiente no podemos ser indiferentes a lo que acontece a nuestro alrededor y lo que está pasando con nuestros hermanos.
En un país donde existen más de 12 millones de aliancistas, es imposible que todos tengan una misma manera de pensar, que todos estén de acuerdo en algo y peor aún en temas como la política, pero lo que sí debería primar es el respeto hacia los demás, partiendo por aceptar que, así como yo exijo respeto, también debo brindarlo, por ende, eso de mirar por encima del hombro al que busca cambios y le da coraje las pérdidas de vidas hermanas o tratar de “facho” a quien sencillamente no piensa como uno y cegarse que no hay intereses o manipulaciones por parte de gente que ambiciona poder, es simplemente parte de una estrategia donde los de arriba veranean mientras los de abajo se destripan.
Fue difícil hoy escribir la columna, sin fútbol de por medio, estando estancados en la misma situación de la semana pasada donde la incertidumbre nos gobierna con respecto a si habrá o no Liga 1, pero no podía ser ajeno a lo que viene sucediendo en nuestro querido Perú, más aún cuando hay tanto enfrentamiento entre hinchas que luego nos vamos a tener que ver las caras ya sea en Matute o en sus alrededores, por ello desde su espacio “Voz Tribvnera” los invito a la reflexión, a la empatía y sobre todo al diálogo para poder entender por qué mi hermano aliancista piensa de tal forma, porque recuerden, al fin y al cabo, todos somos hermanos en Alianza.
¡Arriba Alianza! ¡Arriba el Perú!
Por: men‘TETRA‘bada