Las últimas versiones de Alianza parece que ha malacostumbrado a algunas personas. La buena racha en el torneo local hace creer que es un equipo invencible, que está prohibido perder y que, con el plantel formado para el 2023, será una aplanadora. Ah, y que tiene que jugar bonito.
Siempre digo que, para ver un juego bonito, que vayan al Youtube y pongan “Brasil 1970” o “Brasil 1982” y disfruten. Hoy considero que el fútbol debe ser efectivo, práctico y que al final, gana quien anota la mayor cantidad de goles. Así, es que fuimos campeones en 2017, peleamos hasta la final en 2018 y 2019. El último bicampeonato trajo efectividad de la mano de Carlos Julio Bustos en 2021 y Guillermo Salas en el tramo final del 2022.
Iniciado el 2023 y sendas victorias ante Sport Boys, el clásico rival, UTC de Cajamarca y Cusco FC permiten al equipo iniciar con buen pie la defensa del título. Pero la derrota ante Sport Huancayo no solo ha puesto en evidencia algunos errores que mejorar en el planteamiento de cada partido sino también a aquellos que siempre esperan un traspié para sacar a flote toda su mala vibra y por qué no, sus deseos de jugar a ser entrenador.
“Alianza debió mirar CV de entrenadores con mejor cartel” leí en redes sociales a un tipo que seguramente, en noviembre pasado, cantaba “somos campeones otra vez”. Hay tipos que por necesidad de “likes” son capaces de soltar cualquier tontería con el fin de quebrar el grupo y el trabajo de un comando técnico ya conformado. ¿Cuál es la necesidad de, a la primera derrota, soltar todo el veneno?
Ya existió una autocrítica de Guillermo Salas al retornar a Lima y confío en que pueda, en los próximos partidos, ofrecer una versión mejor de Alianza que lo visto en Huancayo. Es la primera salida a altura de varias que habrá este año y la exigencia será mayor partido a partido (contando tres visitas a Cusco por ejemplo). Pero lo más importante, ¿para qué sacar el arsenal de “críticas” a puertas de la Copa Libertadores de América? ¿Sabe esa gente lo que se juega a partir de abril?
Solo puedo pedir al hincha que no caiga en ansiedad. En el torneo local se cuenta con 12 puntos y un partido por jugar (ante UCV) y el objetivo está aún ahí. Por un partido no podemos armar un ambiente hostil; todos queremos que Alianza siempre gane y sume pero esto es partido a partido y la mejora será paulatina. No somos el mejor equipo tras ganar cuatro partidos seguidos ni el peor con apenas una derrota.
Cómo leí a un hincha que respeto y aprecio: “¿Hinchas del club? Las huevas cuarentones que recién aparecen y nadie conocía”. Y ojalá no le sigan dando color a sujetos que juegan a ser hinchas, pero solo pretenden quebrar y desestabilizar. Ya tenemos mucho con sus “jefes” disfrazados de fondo.
Hasta la próxima parada.
Arriba Alianza