Sé que Paolo Guerrero no llegó a jugar en el primer equipo de Alianza Lima, salvo en un amistoso ante Peñarol en el 2002. Pero tanto se ha hablado de él en los últimos tiempos que llegó hasta a ser incómodo el rumor de su llegada a la institución. Es más, sentí que hasta tomó en vano el nombre de Alianza con tal de seguir buscando ofertas en el exterior.

Quizás Paolo no merece un post, no merece un comentario o un espacio dentro del Block de Memorias. Pero si es lamentable que en un último posteo en su red social Instagram, haya citado que “Alianza no lo quería” o que, a los 39 años recién cumplidos, insista con actitudes que a su edad ya no deberían darse y que hace retroceder a los inicios de la década pasada cuando, mediante terceros, hacía notar su descontento.

Quizás Paolo no entendió hasta ahora que Alianza no es un club para venir a retirarse ni para homenajes. Los reconocimientos para jugadores veteranos se dan para aquellos que en una primera etapa dejaron algo para nuestra institución, como su compadre Jefferson, que antes de regresar a Alianza en 2021, había dejado para el club el título nacional 2003 y encaminado al bicampeonato en 2004.

¿Qué dejó Paolo? En recuerdos, un tanto borrosos, veo a un jugador que no quiso viajar con la Sub 20 de Alianza en el 2002 a un torneo en España argumentando “una lesión con pruebas médicas” ajenas al club. Recuerdo a sus representantes acudiendo a Matute para agilizar la salida del jugador de la institución por una oferta del Bayern Múnich. Recuerdo a un jugador abandonando el club sin firmar contrato profesional con la institución que lo formó. Lo que fue posteriormente su carrera, es otro tema y enhorabuena por el jugador, pero estamos hablando de Alianza y su salida, dejó sinsabores y ratos amargos por esos días.

Si hasta hace unos años, me preguntaban si estaba de acuerdo con una posible llegada de Guerrero a Alianza, podría decir que sí. Hoy, ya con el jugador saliendo de severas lesiones, su llegada me era incierta y con sus indecisiones, se terminaron de clarificar mis deseos. Ojalá le vaya bien en Racing Club, si es que pasa las pruebas médicas, pero que quede nomás el Guerrero hincha; la versión futbolista no puede salir a decir que “Alianza no lo quiso” cuando hace dos décadas, la historia fue distinta.

¡Hasta la próxima parada!

Arriba Alianza

Por: Daniel ‘Negro Jefe’ Brown