Cuando digo que me gusta el fútbol, siempre hay un hombre en el grupo que me pregunta de qué equipo soy. Lo normal debería ser que responda que soy de Alianza Lima y que ambos prosigamos con nuestras vidas. Pero no ocurre así.
Mi respuesta da inicio a un interrogatorio exhaustivo que me deja agotada porque, déjenme contarles que no hay nada que me recuerde más a un examen de admisión que un hombre dudando de mi hinchaje.
“¿Desde cuándo eres de Alianza?, ¿Cuál es tu campeonato favorito?, ¿Qué jugador te gustaba en esa temporada?, ¿Cuál es el DT que más recuerdas?, ¿Y el partido que más te ha gustado de toda la historia del club?, ¿Te acuerdas del gol X con pase de X al minuto X?, ¿Qué, no recuerdas ese gol?, Uy, entonces no sabes…”
Ahora, también siempre llega el momento en el que busca saber si voy al estadio. Cuando respondo que sí, comienza la otra metralla de cuestionamientos: desde cuándo, a cuántos partidos he ido, en qué tribuna, con quién voy, etcétera. También pueden ponerse más intensos y preguntar si juego fútbol, en qué posición, en dónde, con quiénes y así. Hasta encontrar un margen de error que le permita suponer que “no sé tanto de fútbol como él”.
¿Les parece difícil demasiado trámite para hacerle saber a un hombre que efectivamente te gusta el fútbol? A mí sí. Y si les parece surreal todo lo que he contado, confieso que todavía hay personas a quienes les tengo que “demostrar” que sé lo que es una “posición adelantada” o que me sé de memoria cuá es el fixure mi equipo o si juega de local o de visita. Digo “demostrar” porque cuando decido responder (como acto de piedad), todavía tienen la conchudez de felicitarme. Como si yo memorizara toda esa información para complacerlos, cuando solo lo hago por el placer que significa para mí ver un partido de fútbol de Alianza Lima.
Las mujeres construimos un mundo más igual desde que elegimos nuestro equipo de fútbol. Y es que en el Perú, todavía se nos cuestiona cuando decimos abiertamente que alentamos un club. El machismo en el fútbol es una realidad que muchos prefieren camuflar para nutrir su misoginia mientras nos llaman “exageradas”. Este 8M solo quiero decirle a todos esos cuestionadores que pretenden insinuarle a niñas, adolescentes, jóvenes o madres, que no saben de fútbol ni de Alianza, cuestiónate esta.
Yo vivo la pasión del fútbol desde muy chica
jugando ahí en la pista y eso a mí me identifica
y aunque muchos no lo puedan ver normal
Soy mujer y yo amo el fútbol, ¿Dime, acaso esto está mal?
Gillow – MGV